Entré en el mundo de la pintura de la mano del comic, de hecho, mis primeros trabajos con 16 o 17 años fueron como dibujante. Un año más tarde, en la Facultad de Bellar Artes, descubrí una vocación de pintor que junto a mis facetas de ilustrador y diseñador gráfico, no han dejado de acompañarme desde 1984.
Dichas facetas han jugado un papel muy importate en la trayectoria de mi obra, porque están muy interrelacionadas y en algunos momentos me parece imposible distinguir unas de otras. Gracias a esto debo al diseño la limpieza en la factura de mis obras y a la pintura la capacidad e incorporar cualquier elemento a la publicidad, en cuanto a la ilustración, incorporo lo mejor de las otras dos disciplinas pudiendo trabajar primero sobre elementos tradicionales y luego tratarlos digitalmente para presentarlos sobre cualquier soporte.
Podría hablar de los estilos que he cultivado, o de los maestros que han sido mi inspiración, (no pocos, por supuesto). También podría hacerlo de las exposiciones , tanto colectivas cómo en solitario en las que he participado; pero eso solo es curriculum. Y no estoy aquí para contar lo que hice sino porqué lo hice, y lo sigo haciendo ahora.
Hay gente que sabe hacer un montón de cosas en esta vida. Yo sólo sé crear, no me pidas que te arregle una cañería o que cambie el aceite del coche, porque no sabré y aunque lo intente, nunca lo haré bien. La creación ocupa una parte de mi existencia, tan grande que no puedo pasar ni un sólo día si concebir algo que escapa más allá de nuestras fronteras físicas. y mi obra pictórica es el reflejo de ello.
En distíntas etapas he variado de estilos dependiendo no sólo del mensaje sino de la realidad que me tocaba vivir. pero en toda ella siempre salen varios temas a relucir: La soledad, la dualidad, el aislamiento ante un mundo que a veces admito pero que no siempre comprendo, el amor (en muchas de mis obras hay referencias tanto graficas como subliminares) el sexo femenino. La aventura. Todos esos temas son una constante en mi obra.